miércoles, 25 de enero de 2012

El Banco



Si realizo transferencia periódica para pagar mi casa, me cobran 3.60 por movimiento.
Si la hago manual cada mes, 1.50.

Mi comodidad cuesta 2.10...... pero a eso tendríamos que restarle una cantidad indeterminada que es el cobro por la mala hostia que me da saber que de este timo consentido, de este puñetero juego de abrirme las venas para que me chupen la sangre.

Me parece malfatal.
He dicho.

martes, 24 de enero de 2012

vive cada día como si fuera el último de tu vida...

Me dijo:

Deja todo tal y como lo encontraste.
Odiar te hace daño, siente compasión por aquellxs que no pueden hacerlo mejor.
Transforma tu cólera en actividades creativas, y si no puedes, pégale al cojín.
No me insultes, explícame lo que te molesta.
Pónle palabras a lo que sientes para poder liberarte de esa carga.
Llora, llora mi niña todo lo que quieras, no cortes tu llanto aunque no sepas de dónde viene.
Cuando hagas daño, asume tu responsabilidad y repáralo.
Nunca te escondas pues te perseguirán tus fantasmas.
No quieras serlo todo para tu pareja ni te impidas buscar en otra gente lo que él/ella no puede darte (y viceversa).
Honra y recuerda a tus muertxs, sin permitir que invadan tu vida. 
El malestar no está en un sitio sino en tu propia persona.
La edad es la mayor maestra, escucha a tus mayores.
Hay mil formas de amar.
No juzgues.
El cambio es constante, en tí y en tu alrededor, y el mundo tiende a compensarse a sí mismo.
Disfruta de todo lo que hagas como si fuera la última vez que lo fueras a hacer.

En reconocimiento histórico a mi señora madre, mujer sabia donde las haya, cito alguna de sus grandes enseñanzas para mi vida. Sin ellas, no sólo yo sería otra sino que mi vida sería muy otra.

PD; dibujo de Charo Calleja Martín.

viernes, 20 de enero de 2012

Pesadillas

Esta noche he sobrevivido a una gran explosión en la barceloneta. Anoche luché contra una invasión nazi, tratando de proteger a mi amiga Marta con un bate de béisbol. La noche anterior estuve en un hospital para marcianas, donde soltaban un saco de un gas extraño. Previamente he soportado estóicamente olvidar candar mi bici y no poder encontrarla después, la impasibilidad de mi amante frente a que me mordiera un tiburón y guiar a un grupo de desconocidxs en medio del apocalipsis.

Por ello, durante el día, no quiero saber que Ana Botella es la alcaldesa de Madriz, ni ver las pintadas de los nazis en mi barrio, ni que ha habido una agresión sexista en el rollo, ni oir hablar de los terremotos, hundimientos de barcos o cierres de páginas web. Lo único que puedo desear es sumergirme en un mundo de fantasía donde lxs buenxs siempre ganan y a lxs malxs se les da una buena tunda.
 Un mundo de brujas, hechiceras y curanderas que conocen la mezcla exacta para curar el catarro y soñar con nubes y estrellas.

Quiero ser La Herbolera. La Hija del Bosque. La Aprendiz. Y por ello, le pese a quien le pese, me sumerjo en largas trilogías de ciencia ficción y fantasía. Porque ya es suficientemente duro y pesado el mundo real, así como el nocturno, y lo único que puedo aspirar es a que mi literatura no me lleve también por semejantes derroteros.

miércoles, 18 de enero de 2012

Tecnopléjica

He aquí mi historia.
Llego, pongo las manos en las teclas (dedos meñiques en la A y la Ñ, el resto de los cuatro dedos largos en las siguientes, con los índices sobre los bultitos de la F y la J). Miro la pantalla, con respeto. Inspiro profundamente, expiro largo y relajado. Presiono algunas teclas y BAM! Primera notificación extraña. Le doy a la X del cuadradito rojo, porque así es como funciono. No sé qué quiere decir Software ni varias de las palabras del mensajito, asíqueu no sé si aceptar, cancelar o recordar luego, de modo que la equis del cuadradito rojo siempre es buena opción.

Y recuerdo cuando un día, sólo con colocar los meñiques en sus letras correspondientes la pantalla se volvió azul con letras blancas y cuadradas ("aléjate de mí, satanás" dijo el dueño del portátil). Recuerdo aquella época que a mi pc le daba por apagarse solo, cuando más le convenía... virus, nos dijimos. Pasaron tres informáticos por casa, uno de ellos dedicándonos varias noches (a cambio de suculentas cenas), antes de diagnosticar Sucesos Paranormales. Recuerdo cómo Thomson (nuestrx vecinx solidario con internet) se iba cuando yo me acercaba, de modo que mi compa estaba toda la mañana en internet, y al cruzar yo la puerta desaparecía la conexión, y así una detrás de otra... Ese es mi rollo.

"Sí claro, nos pasa mucho a algunxs. Se llama Tecnoplejia".

Pero estoy ganándole terreno. He conseguido mantener un blog, descargarme una serie y retocar fotos con el Lightroom. No se apaga si yo no quiero y no me salen notificaciones extrañas. Voy ganando!

miércoles, 11 de enero de 2012

Todas yo

La madre, cuidadora, nutridora.


La disfrutona, guerrera y autosuficiente.


La destructora, irática, solitaria.

Las diosas, los arquetipos, mis yoes... llamémosles X, pero al fin y al cabo son tres de las muchas formas que toma no sólo mi personalidad, sino el propio mundo. Tengamos o no tengamos fé, más nos vale conocerlas y aprender a manejarlas, si no queremos que una de ellas se alce tirana sobre las otras, impidiéndonos disfrutar de los muchos tonos y colores de la vida.

Las tres.
Las del triángulo.

lunes, 9 de enero de 2012

Mathilda, la Profesional.

...de la película León, El Profesional.

Modo Zen

Respiro.

Es mucho. Respirar, que entre y salga el aire en mi nariz, mis pulmones... que oxigene la sangre que bombea mi corazón. Me oxigeno cada segundo más de seis veces si respiro despacio y ampliamente. Me renuevo.

Cuando me concentro, observo que la respiración me provoca un ligero balanceo, un suave baile acompasado por los tonos que le da mi corazón al silencio. Sentada, quieta, no paro de moverme, de bailar. Mi cuerpo se reajusta en su equilibrio para seguir sobre los isquiones, para mantener mi centro. Él solito, sin que tenga que intervenir mi mente. Yo sólo me dejo pesar, caer sobre los ejes que tan bien conozco. Simplemente estoy.

Disfruto de ese silencio lleno de sonidos, del aire sonando en mis fosas nasales, del corazón latiendo en mi pecho... de los pájaros lejanos que saludan al sol, las hojas secas que rascan el suelo, las ramas de árboles que me hacen de coro de fondo.

Reflexiono sobre cuánta belleza puede contener el cuerpo estático, sin poder nunca parar de moverse, lleno siempre de vida y placeres ocultos e insospechados.
Pienso ¡qué suerte la mía, que estoy viva!, ¡qué suerte un cuerpo que me habla!, ¡qué suerte poder escucharlo!

Y después, cuando abro los ojos, todo me parece bien. El mundo está lleno de todo, y yo me siento bien porque estoy viva.





PD; Qué tontería, ¿verdad?... Parece mentira tener que pagar para que un señor me tenga en silencio y sentada seis días, sólo para saber que todo el disfrute del mundo consiste en vivir, vivir con intensidad, disfrutando de los segundos, de las sensaciones, de las percepciones. Qué tontería...