lunes, 6 de agosto de 2012

Esa Señora...

Esa señora que se ve mayor en las fotos, que está dejando de menstruar y por ello se siente cada vez más señora, menos jovencita.
Esa señora que se sorprende cuando le silban por la calle, y se sonroja cada vez que le dicen lo bien que le sientan los años.
Esa señora, que brilla y hace brillar su alrededor porque está llena de una magia especial que se le escapa por los poros,  que hace que hasta las amigas de su hija se enamoren de ella.
Que le da a la palabra señora mil nuevos significados; de dignidad, de conocimiento, de altruismo, de compañererismo. De madre cuidadora, acompañante y respetuosa, siempre dispuesta a apoyar y a realizar autocríticas. De divertida y sinvergüenza. De amante apasionada, amiga y confidente en su matrimonio de 30 años.
Señora bien vestida y elegante, que no teme enseñar sus carnes, que se depila sólo cuando quiere. Que marca límites y da sin exigir. Que con su pelo blanco y su corte moderno le da mil vueltas a las fashion victims. Que con su reír alto y su canturrear por casa, nos dice a todxs cuánto ama vivir. 

Esa señora inocente, como sólo las sabias pueden ser. Esa señora que disfruta de la vida; de sus momentos grandes y pequeños. Esa señora, que con su vivir nos enseña al resto a ser.

(Gracias, Mamá!)

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