viernes, 21 de septiembre de 2012

"no me encuentro bien"


"Tiene pequeños tumores cerebrales. La tensión alta es una reacción de tu cuerpo para protegerte". Pero cuando te sube la tensión, te medican para bajártela.

Si quieres más información, tienes que agotar tu energía preguntando, insistentemente, y arriesgándote a que te ningunéen una vez más "pero qué más le da, ¿usted es médico?". Te encantaría decir; "no, soy la dueña de éste cuerpo", pero ya te han dejado sin palabras, aprovechándose de tu miedo latente y de sus prisas.

Cuando por fin viene un doctor con el diagnóstico, le preguntamos desesperadas cual sería el tratamiento. "Oh, señoras, eso no es de mi competencia. Yo sólo soy el médico residente, le han de preguntar al médico titular". Cuando cinco días después aparece el médico titular, queremos saber qué consecuencias tendrá el tratamiento; "Eso le compete al radiólogo". Y al hablar con el radiólogo y solicitar el alta, pues segun él "no hay razón para que siga ingresado"... claro, eso no está en sus manos, sino en las del médico residente.

"No me encuentro bien" puede ser el principio de una gran odisea.

Cuando le dices eso al doctor/a de turno sin darte cuenta le entregas tu conciencia corporal, tus autocuidados, tu responsabilidad y tu capacidad de decisión sobre tí mismx. Te conviertes en ese ser que, aunque puede andar (y de hecho lo prefiere) ha de ser trasladado en silla de ruedas pues el protocolo lo manda así. Esa persona que abre la boca cuando llega la enfermera, indiferente ya a qué le meten en ella. Eres quien saca el brazo para que le tomen la tensión, tres veces al día y una por la noche. Eres quien, siendo despojadx de todo cada vez tiene más miedo, más inseguridad...

¿No es suficiente con estar enfermx?

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